A James McAvoy lo recordamos en sus papeles de chico bueno, pero la transformación brutal que tuvo para interpretar a La Bestia en las películas Split y Glass lo llevó a un lugar inimaginable, pues pasó de ser un hombre promedio a convertirse en una máquina de músculos. El proceso no fue nada fácil, al contrario, consistió en llevar a cabo rutinas duras y constantes para moldear ese cuerpo en poco tiempo.
Si tú quieres sumarte a esta monstruosa rutina, asegúrate de tener fuerza de voluntad, porque los músculos y un cuerpo atlético cuestan y estas secuencias de entrenamiento no están hechas para los indecisos. A continuación te compartimos lo que hizo McAvoy para convertirse en una Bestia. Y no, no fue comer seis mil calorías como algunos medios lo reportaban.
1. El calentamiento
Para activar tu cuerpo, empieza con un poco de caminata, trote y correr en la cinta, pues esto ayudará a que tu corazón bombee sangre a los músculos y que estos estén preparados para la acción. Comienza con un trote ligero por cuatro minutos. Después realiza arranques de velocidad en intervalos de 90 segundos y 30 segundos.
2. Pulldowns laterales con agarre estrecho
Enseguida siéntate en la máquina de pulldown y toma la agarradera con las manos mirando hacia afuera. Comienza a la altura de tu cara y lleva el estiramiento hacia la altura de los hombros. Asegúrate de hacer el movimiento apretando los omóplatos y regresa lentamente a la posición original. Bastará con cuatro sets de 12 repeticiones con descansos de 30 segundos para que tengas un primer trabajo en la espalda alta.
3. Remo con barra
Ahora planta los pies en el piso y abre más los brazos, superando un poco la anchura de los pies. Siéntate sobre tus glúteos, marcando el pecho y la espalda plana. Lleva el agarre por debajo y jala hasta el estómago. Mantén la barbilla arriba y no te olvides de comprimir los músculos del centro del abdomen, lumbares y glúteos. Repite esto 12 veces a lo largo de tres sets y toma 30 segundos de descanso entre cada uno.
4. Aperturas invertidas
Continúa sentado de una forma cómoda. Agarra las mancuernas y lleva el estiramiento hacia atrás por los costados hasta pasar la altura de las orejas. Regresa a la posición original y repítelo 20 veces durante tres sets. No te olvides de apretar los omóplatos y descansar solo 30 segundos entre cada set.
5. Pulldown con brazo recto
Coloca una barra recta sobre la máquina de cable y ajústala para que se asiente a la altura de tu cabeza. Da un paso atrás y coloca tus brazos de una manera recta. Lleva la barra hacia abajo sin doblar los codos. Después invierte el movimiento para llegar a la primera posición. Completa 12 repeticiones en tres sets y toma un necesario descanso de 30 segundos. Cada vez será más difícil.
6. Levantamientos laterales
Es el turno de las mancuernas. Toma una que realmente puedas cargar, no te excedas. Párate con la espalda recta y toma una pesa en cada mano, separándolas del cuerpo, como si estuvieras haciendo una “T”. Baja los brazos por los laterales sin doblar los brazos. Tres sets de 15 repeticiones con 30 segundos de descanso bastarán para dejarte los brazos en llamas.
7. Bandera de dragón
Para este momento estarás derrotado, pero saca la bestia que tienes dentro. Acuéstate en un banco o una superficie plana, pon las manos detrás de tu cabeza para dar estabilidad (puedes tomar un objeto anclado para facilitar el trabajo), estira tus piernas y súbelas a un ángulo de 45 grados. Después elévalas a 90 grados, regresa a 45 e inicia tu secuencia con 15 repeticiones en tres sets. Recuerda tomar un merecido descanso de 30 segundos entre cada set. Al final, terminarás tu rutina diaria. Fácil, ¿no? Después de unos meses de ejercicio podrás tener el cuerpo de McAvoy.