Scream ha regresado con una quinta entrega para revivir el terror en el subgénero slasher y, para sorpresa de muchos, el filme se ha colocado en el gusto de las personas, llevando sus ingresos en taquilla a un estimado de 30.6 millones de dólares solo en Estados Unidos. La película de Paramount destronó en su primer fin de semana a Spider-Man: No Way Home, que se mantenía encabezando los ingresos en las salas.
La respuesta del público también fue algo insólito para el estudio, quien esperaba que la película recaudara 25 millones de dólares en el fin de semana de debut. Pero las estimaciones apuntan a que la película pueda sumar otros 35 millones en las próximas semanas a su estreno. Esta cifra ya la coloca por encima de su antecesora Scream 4, que en su estreno en 2011 ganó la nada despreciable cantidad de 18 millones de dólares.
Por su parte, Spider-Man: No Way Home se llevó 26 millones de dólares en el último fin de semana. Sin embargo, ya suma más de 700 millones de dólares solo con los ingresos de los cines en Estados Unidos, por lo que aún es una meta difícil de superar para las otras películas que se encuentran en la cartelera.
Scream 5 estuvo a punto de ser estrenada en el servicio de streaming Paramount+ debido a la expansión de la variante ómicron de covid-19, pero los planes continuaron y su estreno en salas presenciales se logró, dejando bien posicionado el trabajo de los directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett.
Scream 5
Después del relativo éxito que tuvo la cuarta entrega del slasher estadounidense en 2011, la saga ha tenido las aguas bajas esperando el momento justo para resurgir. En los últimos años hemos visto cómo las viejas franquicias del terror tienen un nuevo aire en las pantallas; algunas se reinventan y otras simplemente suman un título más. Halloween, Chucky y Eso son solo algunos de los ejemplos.
La quinta película de Scream, que se presenta solo con el nombre de la saga, nos lleva a recordar los acontecimientos en Woodsboro que, en su universo ficcional, ya es parte de la cultura pop. Este filme tiene una constante metareferencia y se apropia de sus elementos para construir una cinta que hace burla a los clichés del cine de terror, tal como lo hizo la primera entrega de la saga.
Sidney Prescott, Gale Weathers y Dewey Riley están de vuelta en esta nueva historia, en donde la tecnología y el cine de terror ha evolucionado. Por un lado, juega con la nostalgia y, por el otro, refleja lo gracioso y absurdo que pueden ser las películas de terror modernas. Eso sí, sin olvidarse de la sangre, las muertes, los sustos y, por supuesto, los cuchillos.
En este nuevo escalón de Scream, Ghostface regresa con más inteligencia y más violencia. Así que los nuevos personajes tendrán que unir fuerzas con los originales para evitar otra masacre. En este sentido, la “recuela” de Scream también funciona como una burla a las franquicias que se reinician y que, de alguna manera, tienen que tener una línea que los conecte con sus antecesores.
La película no solo ha sido bien recibida por la audiencia en los cines, también se mantiene con una puntuación sólida en sitios como Rotten Tomatoes, en donde se lleva un 75 por ciento de aprobación en el Tomatómetro y un 83 por ciento de aprobación por la audiencia. En su mayoría, las críticas positivas destacan evocando el recuerdo a la esencia de la Scream original.