Las épocas navideñas suelen ser muy frías, por lo que es normal que busquemos calor humano, el de un hogar, pero un grupo numeroso de personas decidió pasar la Noche Vieja al amparo de un frutifantástico multiplayer. Más de 70 personas se encontraron en un piso de España para hacer una fogata con leños, aunque no precisamente de madera, y bombones, pero no de malvavisco.
La bacanal tuvo lugar en la comunidad de Lliçà d’Amunt, en Barcelona, donde un grupo clandestino se dio cita para satisfacer sus más bajas pasiones al estilo de Los 120 días de Sodoma de Pier Paolo Pasolini. La situación se descubrió luego de que dos invitados se extraviaran y confundieran el departamento donde se llevaba a cabo el despiporre.
La pareja despistada intentaba entrar a otro domicilio y el propietario tuvo que llamar a la policía para que detuvieran a los allanadores, pues intentaban meter una llave extraña y peluda en la cerradura de su morada. Las autoridades llegaron pronto al lugar y la pareja le dijo a la policía que se habían equivocado de puerta.
Sin embargo, la policía no los dejó ir fácilmente, pues descubrieron que se dirigían a una fiesta, cosa prohibida debido a las actuales restricciones por covid-19. Las autoridades decidieron ir con la pareja a la locación correcta y cuando abrieron la puerta, la viva imagen de El jardín de las delicias de El Bosco saltó a sus ojos.
Las autoridades no daban crédito al desverije que presenciaron, pero luego de la impresión, en un gran acto de valentía, refrenaron las pasiones que el hipnótico convulsionar de los cuerpos levantó en ellos y acabaron con la horchata. Los reportes dicen que la fiesta clandestina fue organizada por turistas de Estados Unidos junto a varias prostitutas.
Además, se reportó que el dueño del sitio, quien alquiló el hogar a los turistas, tenía conocimiento de la clase de reunión que se estaba celebrando en su departamento, por lo que la policía local levantó las actas correspondientes por “numerosos incumplimientos de las medidas sanitarias acordadas por la Generalitat”.
Ante la presencia de la policía, nadie pudo darse a la fuga, pues se encontraban encadenados por medios naturales, enchufados a la corriente, como eslabón por eslabón, como dijo Lalo Mora. Ahora las autoridades han levantado cargos por violación de medidas sanitarias y los turistas se encuentran a merced del Departamento de Interior.