Uno de los líderes de ISIS fue localizado y acorralado en una operación antiterrorista de las fuerzas especiales de los Estados Unidos, por lo que decidió inmolarse y hacer estallar una bomba que también acabó con la vida de sus familiares.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha informado que el líder Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi murió durante la operación. El presidente ha reconocido la excelente ejecución de la misión y ha resaltado el servicio de los Estados Unidos para capturar a los líderes que atentan contra la seguridad mundial.
Esta operación es el testimonio del alcance de Estados Unidos para eliminar amenazas terroristas de todo el mundo. La operación de anoche envió un mensaje claro a los terroristas: iremos por ustedes y los vamos a encontrar.
El mandatario estadounidense ha informado también que no hubo pérdidas de elementos de su ejército. Ninguno de los militares americanos resultó herido y no hubo bajas salvo las de la supuesta familia del líder de ISIS.
Según el informe, trece personas perdieron la vida debido a la detonación de la bomba con la que el líder de ISIS puso fin a su vida. De acuerdo al servicio de rescate local denominado Cascos Blancos, entre las víctimas se encontraron los cuerpos de cuatro niños y seis mujeres.
Al-Qurayshi había remplazado al exlíder de ISIS, también muerto en otra operación americana, durante el 2019 y se encontraba en el pueblo de Atme, perteneciente a la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía. En esta localidad fue donde las fuerzas especiales comenzaron su operativo muy temprano hace unas horas.
Varios residentes, que en su mayoría son refugiados de la guerra civil siria, han declarado que vieron helicópteros de donde descendieron los militares y que también hubo incursiones terrestres que por medio de altavoces pedían a la población que se alejara del sitio.
El edificio que resultó afectado por la operación militar pertenece a un hombre que vive en Alemania desde 2016 y que lo alquila a través de su padre, quien sigue viviendo en Atme. El tercer piso ha quedado completamente destruido y no sabían que en él se alojaba un líder de ISIS, pues vivían bajo otro perfil. La zona de Idlib actualmente se encuentra llena de caudillos y grupos armados tanto de Al Qaeda como de células auspiciadas por los turcos. Se trata, pues, de una zona de conflicto.