Antes lo que todos los niños esperábamos encontrar en una bolsa de papas era un tazo de Pokémon. A los Doritos o cualquier bolsa de frituras ni les poníamos atención, pero una niña de Australia fue sorprendida por un Dorito especial que se encontraba inflado y decidió guardarlo.
Cautivada como Gollum por el anillo, Rylee Stuart, de 13 años, decidió no comer esta fritura y subir un video a TikTok donde mostraba el extraño Dorito y pedía consejo sobre qué hacer con él. Entonces un usuario le sugirió que lo pusiera a la venta en eBay.
La niña atendió al consejo e inmediatamente lo subió a la plataforma de ventas online. En pocos minutos, el Dorito alcanzo ofertas de miles de dólares, pero cuando llegó a la cifra de 100 mil, la subasta fue cancelada. Rylee la cerró porque para ella, todo era parte de un experimento social.
Sin embargo, la viralidad de la noticia y el video llegó hasta los ojos y oídos de los ejecutivos de Doritos, quienes decidieron recompensar la iniciativa y el tesón de la pequeña Stuart con nada más y nada menos que 19 mil dólares, o sea, poco más de 400 mil pesos mexicanos.
La directora regional de Marketing de Alimentos y Bebidas de PepsiCo, Vandita Pandey, estuvo detrás del premio de Rylee Stuart y declaró que:
Han sido un par de días vertiginosos para Rylee y su familia, y nos ha encantado seguir su historia… Estamos tan impresionados con la audacia y el espíritu emprendedor de Rylee, por lo que queríamos asegurarnos de que la familia Stuart fuera recompensada por su creatividad y amor por Doritos.
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— Portal de Noticias (@PortalNoticiave) July 31, 2021
Después de todo, la atención hacia la marca Doritos y la publicidad gratis había sido inmensa, pues ahora mismo mucha gente compra doritos esperando encontrar un triángulo de queso inflado.
Sin embargo, a pesar de la fascinante historia de la niña australiana, en México tenemos a otra heroína que debería ser recompensada por Doritos, ya que en años pasados también atrajo la atención sobre las botanas con un video que se volvió viral. El dorito inflado no le llega ni a los talones a los primeros dorilocos de internet.
