Este es un caso que bien podría tratarse del inicio de una película de una invasión alienígena, quizá alguna de esas ridículas comedias donde lo que aparenta ser el peor de los problemas resulta ser algo de lo más inofensivo o tal vez una de esas leyendas urbanas de las que nos quitan el sueño por las noches.
Resulta que los vecinos de una comunidad en Polonia hicieron el llamado urgente a la policía para solicitar ayuda ante la presencia de lo que parecía ser un extraño animal.
En pocos minutos acudió personal de la Sociedad por el Bienestar Animal de la Ciudad de Cracovia, Polonia, pero al brindar sus servicios, se dieron cuenta de que la sospechosa criatura en realidad era un croissant gigante.
Así es, la atemorizante y extraña criatura que se encontraba aparentemente acechando inmóvil y sigiloso desde un árbol a los vecinos y transeúntes, era un pan francés. Parecía que desde ese lugar planeaba su mortífero ataque, aunque el tipo de mortal ataque que se perpetúa con una sobredosis de mermelada, crema de avellana o leche condensada.
Según la llamada recibida por las autoridades dedicadas a la protección animal, lo que se escuchó fue a una mujer bastante alterada que aseguraba que los vecinos del complejo habitacional en el que vive llevaban alrededor de dos días sin poder abrir las ventanas del edificio, pues había un extraño ser observándolos desde las ramas de un árbol.
Nadie en el lugar podía identificar con exactitud qué era, pero llegaron a suponer que podría tratarse de una iguana o algún otro tipo de reptil, por lo que la Sociedad Protectora tenía muchas dudas de que se tratara de un animal vivo, especialmente una iguana, ya que en esa ciudad las temperaturas son bajas durante la primavera.
Debido a esto, las autoridades supusieron que se trataba de un cadáver, pero resultó ser un pan esponjoso, quizá con sabor a mantequilla o relleno de algún dulce o quizá de un buen trozo de jamón y queso. Sin embargo, los rescatistas hicieron su trabajo y se lo llevaron. No sabemos si a una panadería o si se lo repartieron para la cena de esa noche. Lo importante del caso es que no se trataba de ninguna especie de invasión de otro planeta, pues si hubiera sido así, tal vez no estarías leyendo este post.