No existe amor más grande que el de un hombre a su carro: lo consentimos, lo lavamos, lo enceramos e incluso nos enojamos cuando alguien se sube y trae los pies llenos de lodo y lo obligamos a que se baje. Aunque tengamos un vochito y siempre nos esté dejando parado, siempre veremos como un Lamborghini y ese es el amor más puro que existe.
Sin embargo, muchas veces hemos fantaseado en serle infiel a nuestro carro y vemos imágenes de otros que sin duda nos encantaría poseer, es por ello que te invitamos a ver la siguiente galería… pero sin que tu auto se entere.
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Estos autos son verdaderamente hermosos… ahora sí, regresemos con nuestro vochito antes de que se ponga celoso.
