Los autobuses rojos de dos pisos y los taxis negros se convirtieron en algo ordinario en las calles de Londres, luego de que unos lujosos autos cubiertos en oro se apoderaran de las vías y del asombro de los británicos.
Al parecer son propiedad personal del joven saudí súper millonario Turki Bin Abdullah, quien llegó a Londres con ellos y paseó con su séquito de amigos por el exclusivo barrio de Knightsbridge.
Cada verano coches exclusivos pertenecientes a los súper ricos descienden a las calles de Londres y muchos atraen multas de estacionamiento.
El Lamborghini Aventador, Mercedes G63 6×6 y Bentley Flying Spur, estaban estacionados con un Rolls Royce dorado en Cadogan Place, cerca del Hotel Jumeirah Carlton Tower.
Los cuatro autos de lujo tienen un valor estimado total de más de 1.8 millones de dólares. Entre los autos, se encuentra el Mercedes de seis llantas, valuado en 534,000 dólares. El Lamborghini, con valor de 506,000 dólares, alcanza una velocidad máxima de 349 kilómetros por hora.
Tres de estos coches de lujo se vieron estacionados en el Knightsbridge de Londres, recibiendo respectivas multas por estar en lugar prohibido.
Hay dos infracciones por 115 dólares, cada una al Lamborghini y una de cada una al Mercedes y al Bentley. Los coches parecen estar en un lugar de pay-and-display y tienen riesgo de ser retirados por la grúa.
Las multas se reducirían a 58 dólares a cada uno si se pagan dentro de los primeros 14 días. Sin embargo, obviamente no le quitarán el sueño a al millonario saudí.
Lo más extraño es que a escasos metros se encuentran el estacionamiento NCP que cobra 72 dólares por 24 horas.
Timothy Coleridge, concejal en Kensington y Chelsea, dijo que iba a plantear esta situación atípica con el departamento de Estacionamientos de la ciudad:
“Es muy raro que alguien deje su coche en un lugar de pay-and-display y durante más de un día, ya que corren el riesgo de que sea retirado por la grúa. Nadie ha hecho esto antes. Normalmente alquilan un garaje en lugar de aparcar en la calle. No podríamos diferenciar entre alguien con un Rolls de oro o un Renault 5”.
Tras una serie de quejas de partes de los residentes de los adinerados barrios londinense de Kensington y Chelsea por el ruido de los motores, el ayuntamiento prohibió a los automovilistas sobrerrevolucionar sus motores, hacer carreras o realizar acrobacias con los autos.
Los conductores que violen la medida podrían enfrentar multas de casi 1,500 dólares. Aunque a juzgar por la fortuna de los dueños de estos superautos, eso no sería un elemento muy disuasorio.
El portavoz del Consejo de Kensington y Chelsea dijo que las infracciones emitidas a los coches y los conductores extranjeros son objeto de seguimiento para asegurar que no se ignoran.
Los autos causaron un gran revuelo en la zona de Knightsbridge, con decenas de personas que aprovecharon para tomar fotos con sus teléfonos móviles y cámaras.
Las diversas multas de tránsito por encontrarse mal estacionado no opacaron la estadía de Turki Bin Abdullah. Fue sancionado con aproximadamente 460 dólares, una cifra mínima, comparada con los 30 mil dólares que paga por el traslado en avión de cada uno de sus autos, y obviamente el valor de cada uno de ellos. De hecho, Qatar Airways dedica aviones enteros a transportar los vehículos de los jeques desde Oriente Medio a Londres.
En su cuenta de Instagram pueden observarse numerosas fotos y videos de sus autos y viajes por el mundo, además de su peculiar mascota, un guepardo.
