Mensajes telegráficos bordados o impresos en las etiquetas de la ropa Shein, en los que obreros explotados piden ayuda, acaban de ser descubiertos por compradores de esta marca y han dado pruebas de ello a través de videos en distintas cuentas de TikTok, plataforma en la que han compartido las breves pero contundentes llamadas de auxilio.
En las etiquetas que se viralizaron en TikTok se puede leer “Ayúdame, por favor”, “Emergencia, socorro” y “Tengo dolor de muelas”. En el video de Laritza Arcos se muestra que en sus trajes de baño hay una inusual indicación para lavar la ropa que comienza con la frase “Need your help”. Estos pequeños textos en etiquetas ponen de manifiesto cómo muchos trabajadores se la pasan encerrados todo el día en las fábricas, atados a su máquina de coser.
En la Fast Fashion prima la cantidad sobre la calidad y sus precios accesibles esconden trabajos mal pagados en plantas descentralizadas con jornadas laborales de hasta 75 horas a la semana. La gran crítica que se ha hecho a marcas como Zara, H&M y Primark es la del impacto ambiental, que sin duda representa una gran crisis, pues la factura de las prendas se encuentra hecha de polímeros derivados del petróleo o fibras artificiales que generan toneladas de basura, contaminan el agua y afectan la salud, pero poco se dimensiona la gravedad de las horribles condiciones laborales de los trabajadores en grandes marcas de ropa.
Un día vives tu sueño de adulto independiente que compra ropa por internet y al siguiente te sientes con la responsabilidad de salvar a alguien de la explotación laboral. Esto pasó con la ropa de Shein. pic.twitter.com/Px6CeY1BRG
— tacodealacran (@tacodealacran) June 1, 2022
Sin embargo, en los comentarios del video, muchos usuarios se han mostrado escépticos, pues dudan de la veracidad de las etiquetas y defienden a la marca porque la señalan como parte de su vida. Otros han comentado que Shein es una marca buena, bonita y barata que usa toda la familia, cosa que se entiende debido a los bajos costos que ofrecen y a la oportunidad de mercado, pues muchas jóvenes se dedican a comprar y revender ropa de esta marca.
El problema es complejo, pues hay intereses poderosos en él, pero se trata de un teje y maneje entre la industria textil, la industria de los derivados del petróleo, el mercado de la moda, donde subyacen la necesidad del vestido, y la tendencia de consumo sobre ella, por lo que conciliar los intereses que se encuentran implicados en la industria de la ropa es difícil. Pero, como siempre, mientras se resuelve el problema, hay vidas en juego.
Resulta lacerante y significativo que la promesa histórica, promovida por gobiernos de derecha e izquierda, de que el trabajo y la técnica habrían de liberarnos se derrumbe con una simple etiqueta de ropa. La próxima vez que hagas compras por internet para aliviar tu ansiedad, piensa que cuesta la salud de un trabajador en alguna fábrica oculta en los sótanos del mundo, seguro que con lo que cuesta un haul de Shein, puede pagarse una sesión de terapia y controlar el consumo de esta moda tan rápida que no deja pensar.
https://youtu.be/bBu4B9YjsRg