La vida animal es igual de importante que la vida humana pero, al parecer, esta afirmación sólo la entienden unos pocos. Un ejemplo es lo que sucedió hace pocos días en el zoológico de El Salvador. Este zoológico contaba, hasta hace unos días, con un ejemplar de hipopótamo, al cual llamaban Gustavito. Sí, lo llamaban, pues falleció luego de ser agredido por unos desconocidos la semana pasada.
Según declaraciones hechas por la Secretaría de Cultura de El Salvador, decían que los trabajadores del lugar comenzaron a notar una conducta rara en el animal:
“Se observó que el hipopótamo no mostraba su conducta habitual, pasó sumergido en la piscina del recinto y no consumió alimentos, además de que presentaban hematomas y laceraciones en la cabeza y cuerpo”.
Al revisar al moribundo animal, notaron que estas heridas “fueron hechas con objetos contundentes y cortopunzantes, por personas desconocidas e inescrupulosas”. Desde ese momento, el hipopótamo fue monitoreado permanentemente por un equipo veterinario, y permaneció sedado.
A pesar de los esfuerzos hechos por los veterinarios y biólogos del Zoológico Nacional, quienes lo atendieron, Gustavito, el único hipopótamo en El Salvador, de 16 años, falleció la noche del domingo.
Silvia Elena Regalado, titular de la Secretaría de Cultura, se mostró indignada, y condenó este atroz hecho mediante un comunicado de prensa donde, aseguró, ha girado instrucciones para que las medidas de seguridad sean redobladas con el apoyo de la policía. Además, su oficina calificó este ataque como “cobarde e inhumano” y lamentó del deceso del animal.
Ahora el zoológico iniciará una investigación para esclarecer el ataque de este mamífero, con apoyo de la Policía Nacional, quienes iniciaron una intensa búsqueda para dar con los responsables. Mientras tanto, el zoológico de San Salvador permanecerá cerrado como medida de seguridad.
Gustavito llegó a El Salvador en octubre de 2004, después de que el hipopótamo Alfredito falleciera a los 28 años. Gustavito era uno de los animales más queridos por los salvadoreños, quienes expresaron su indignación por esta agresión, y se cuestionaron la seguridad del recinto, por lo que pidieron el cierre definitivo.
No es la primera vez que la ciudadanía reclama por el cuidado de los animales del zoológico, ya que en los últimos años se registraron los decesos de una cobra, un borrego y un cachorro de león africano.
Polémica alrededor de su muerte
Sin embargo, el día de hoy se dieron a conocer nuevas hipótesis respecto a la muerte del hipopótamo, ya que muchas personas en redes sociales denunciaron que en las fotografías mostradas los días que estaban dándole primeros auxilios, ninguna herida era visible, y que enverdad Gustavito había muerto por un problema gastrointestinal, a causa del estés provocado por las lesiones.
Lina Pohl, ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) reafirmó esta causa que, tanto la veterinaria como el director del Zoológico Nacional, habían revelado.
“Gustavito no murió por las heridas, murió por el estrés que le ocasionó el evento”.
Según Vladlen Henríquez, director del zoológico, el cuadro médico se agravó porque después de la agresión el animal entró en un cuadro de estrés y esto le causó que el intestino no procesara los alimentos impidiéndole defecar.
Sin embargo, sindicalistas del parque aseguraron ayer que el hipopótamo llevaba dos semanas con problemas intestinales y sin poder evacuar los alimentos, por lo que llaman a esto un caso de negligencia, al no proporcionar los cuidados adecuados para Gustavito.
Tras todas estas declaraciones e interrogantes que se generaron con el supuesto ataque, el biólogo Diego Alejandro Molina explica que, los hipopótamos, son animales muy agresivos, por lo que él mismo no se explica como es que Gustavito no se defendió al ser atacado, si está en su instinto.
Al consultarlo sobre qué tan fácil puede un ser humano herir a estos animales con un picahielo u otros objetos puntiagudos, Molina dice:
“Es bastante difícil acercarse con malas intenciones a un hipopótamo en vida libre; en el caso de un hipopótamo que está acostumbrado a la presencia del ser humano, como lo es Gustavito que nació en cautiverio es posible… pero recordemos que su piel tiene un grosor de 5 centímetros, por lo cual es muy difícil causarle heridas sin que el animal reaccione. Se necesitaría sedarlo y atacarlo entre muchas personas para lastimarlo”.
Ahora las investigaciones tomarán un rumbo diferente, pues de ser negligencia por parte de las autoridades encargadas del zoológico, otro tipo de acciones deberán de ser tomadas en beneficio del cuidado de la vida animal en este zoológico de El Salvador.