El famoso compositor y cantante de country Rory Lee Feek, perdió hace unos meses a su esposa y también cantante Joey; Rory quedó como padre soltero de una niñita con síndrome de Down y tiene que lidiar con muchas personas que dicen que su hija es “un error”. A ellos les escribió una carta.
El compositor ha escrito canciones para muchos cantantes de country como Clay Walker, Blake Shelton y Tracy Byrd entre otros. Formó en duo con quien fuera su esposa, Joey Martin Feek, quien murió de cáncer hace unos meses y con quien tuvo a Indiana, una niña con síndrome de Down en 2014.
Luego de recibir cientos de mensajes de quienes dicen que su hija fue un error, y que niños como Indiana no tienen oportunidad de una vida “normal”, decidió escribir en un blog llamado This Life I Live. Esta es la carta:
“Dios no hace errores. Indiana no es menos que ningún otro niño. Diferente no es ‘menos que’. Tener síndrome de Down no hace su vida menos importante que la de alguien más ni sus sueños o sentimientos son menos importantes. Ni como niña, y sospecho que tampoco como adulta.
“Joey y yo hemos conocido muchos niños con síndrome de Down o muchas otras necesidades especiales. He tenido la bendición de ver a muchos de ellos en la escuela de Indiana High Hopes, en los meses que han pasado, y no son menos que nadie.
“Ninguno de ellos. Como los típicos niños, vienen en todos tamaños y formas. Algunos aprenden más rápido, otros más lento. Algunos son callados, otros hablan mucho. Algunos gatean y caminan antes y otros como Indy… se toman su tiempo. Pero todos son bellos. Todos son regalos del Cielo.
“Al pasar de los años, Joey y yo hemos escuchado las estadísticas, y nos rompe el corazón. Me rompen el mío todavía. Que algo así como un 70 a 90% de las madres embarazadas que se hacen un estudio y saben que tendrán un bebé con síndrome de Down, aborta. Lo entiendo.
“El mundo nos ha dicho que son menos. Un error. Pero no creo que lo sean. Al menos se que Indiana no lo es. Cuando nació, Joey y yo dijimos: ‘esta es la niña que Dios quiere que tengamos’, y lo creímos. Y no nos equivocamos.
“No puedo imaginar a Joey no teniendo esos años como madre de Indiana y haber podido experimentar el amor y la felicidad que Indy le trajo. Dios sabía eso. Lo hizo así. Fue un Regalo para ella. Como Indy es mi regalo ahora. Ella es la sonrisa en la cara de un padre que debería estar llorando. Ella es la alegría en la vida de una familia que debería estar hundida en la tristeza.”
“…Y también ves nacer a un bebé que no es el bebé que esperabas, pero al final, tú -como nosotros- te das cuenta de que ella no es menos. Es más. Más maravillosa y preciosa y más importante en nuestras vidas de lo que esperamos…”
