Los encuentros con animales salvajes pueden concluir con resultados fatales, ya que no es preciso saber cómo responderán ante la presencia de humanos. Por ello hay que extremar las precauciones cuando se está en una situación cercana a la vida silvestre. En Estados Unidos, sobre todo en zonas boscosas, los encuentros son comunes y no siempre acaban bien.
El 2 de diciembre, en Ashford, Connecticut, mientras Rylee, una niña de cinco años, esperaba en el porche de su casa el autobús para ir a la escuela, un curioso mapache se acercó a ella. Las intenciones no son claras, pero al estar tan cerca de la menor, esta se asustó e intentó alejarlo, pero el animal se prensó con sus manos a la pierna de Rylee.
Indefensa, la niña daba patadas para quitarse de encima a un mapache, pero este no se iba. Los gritos de la aterrorizada pequeña se escucharon por el vecindario y llegaron a los oídos de su madre, quien se encontraba al interior de la casa. La mujer corrió a la puerta de la casa para auxiliar a su hija y se encontró con la pelea campal.
La madre, de nombre Logan Kelsey MacNamara, dio lo mejor de sí para quitar el mapache de encima de su hija, incluso poniéndola de cabeza. Afortunadamente lo logró, pero ahora ella era la víctima. Entre gritos, le pidió a Rylee que entrara a la casa. La niña obedeció después de unos segundos. Ahora era uno a uno entre la madre y el mapache, quien tenía prisionero el brazo de la mujer.
Con un extraordinario esfuerzo, pudo separarse del mapache y arrojarlo a unos metros. A pesar de la caída, el animal pareció salir ileso y fue a refugiarse entre los árboles, mientras que la madre entró para revisar el estado de su hija y el propio. En un video capturado por la cámara de seguridad de la casa se puede apreciar el llanto de la asustada niña.
Logan publicó el video en su Facebook, donde fue replicado por varios medios de comunicación estadounidenses. Además, recibió buenos deseos por parte de las personas que se preocuparon por ella. La mujer dijo que acudieron al médico y el diagnóstico resultó ser solo algunos arañazos, por lo que se aplicaron la vacuna antirrábica y continuaron con su vida normal.
La Policía Estatal de Connecticut informó que trató de localizar al animal, pero no fue posible encontrarlo. Madre e hija se llevaron un buen susto al empezar la mañana y tal vez ahora puedan contar una historia graciosa en la cena de Navidad, un recuerdo de cómo lucharon contra un mapache en el patio de su casa.