El “Emperador de todos los males” es una apelativo que describe perfectamente al cáncer, por lo que aprovecharse de la voluntad de la gente que quiere ayudar a alguien que enfrenta esa situación terrible es imperdonable, pero, aun así, hay quien lo hace y lucra con la buena voluntad de las personas, como Maddie Russo, de 19 años.
La estafadora documentó su falso caso de cáncer en su TikTok y luego logró sacarle más de 37 mil dólares a unos 439 bienintencionados pero incautos donantes. La delincuente fue arrestada en el 23 de enero tras cerca de dos semanas de investigación de su fraude y ahora enfrenta hasta 10 años en prisión por querer pasarse de lista.
“Pobrecita Maddie”… mis polainas
En una entrevista, Maddie dijo que el 10 de febrero 2022 fue diagnosticada con cáncer pancreático y leucemia pocos meses después. La chica no tuvo contemplaciones y usó cada truco que pudo para hacer que la gente que la veía en TikTok se compadeciera de ella y así reunir todo el dinero posible con una campaña de GoFundMe que ella creó. Llegó a juntar 37 228 dólares de ese modo.
La estafadora aseguró que sus doctores le dieron apenas el 11 por ciento de probabilidad de supervivencia en cinco años al haber encontrado un enorme e inoperable tumor en su columna. Por si fuera poco, apareció en el podcast Project Purple, que habla sobre los pacientes de cáncer de páncreas y sobre su lucha, donde dijo que se había sometido a 15 tratamientos de quimioterapia y a 90 de radiación entre febrero y octubre de 2022.
Investigación por detalles sospechosos
A partir del 11 de enero de 2023, la fachada de Maddie se empezó a caer a pedazos, pues algunas fuentes anónimas notaron inconsistencias médicas entre las declaraciones de la enferma y la disposición del equipo médico que estaba siendo usado para su tratamiento, ya que algunas “terribles imprecisiones que podrían resultar en un peligro para su vida” eran evidentes en el modo en que el equipo médico estaba dispuesto en su cuerpo.
Además, en los videos de TikTok que documentaban su tratamiento, el acomodo del equipo simplemente no se veía bien. Así, comenzó una exhaustiva investigación sobre la supuesta enfermedad de la joven, que se valió de mentiras, falso testimonio, robo de información y de material documental de verdaderas víctimas de cáncer, todo por mera codicia.
El crimen no paga: Agarrada con todas las de la ley
Los investigadores determinaron que las fotografías que Maddie presentó eran de pacientes de cáncer reales que las habían compartido con anterioridad. A través de una orden, la policía empezó a a buscar en su departamento, donde encontraron un portasueros con una bomba de alimentación llena de hisopos de algodón, una peluca y pastillas para las náuseas, según documentos de la corte.
Además, las autoridades pidieron los registros médicos de la joven en todos los centros médicos donde había sido tratada y descubrieron que jamás se le había diagnosticado ningún tipo de cáncer. La investigación llevó a su eventual arresto el pasado 23 de enero de 2023, con suficientes evidencias para demostrar que la “paciente” era una estafadora que no se tocó el corazón al tomar el dinero de los más de 400 donadores que quisieron ayudarla.
Repudio por el delito
Toda la gente que descubrió la estafa se siente indignada y los que están particularmente enfurecidos por la desfachatez y falta de sensibilidad de la chica son quienes han tenido que enfrentar esa enfermedad o quienes tienen o tuvieron que ver a sus seres queridos sufrir por el mal.
‘Es perturbador ver esto cuando mi hijo literalmente lucha en este momento por permanecer vivo’; ‘Mi tío falleció recientemente por esa misma enfermedad; él sufrió por meses antes de siquiera saber qué estaba mal con su salud, ella se ve perfectamente saludable mientras habla de su supuesto sufrimiento’; “Literalmente está describiendo una resaca, no lo que sufre un paciente de oncología’.
No solo de estafadora: Hasta de “violación” se le acusa
Sin embargo, quienes se encuentran más afectados por las fechorías de la joven son las personas a quienes les robó fotografías e información de sus propios tratamientos, pues ese robo va más allá del abuso de confianza y roza en una violación de su dignidad, pues ellos son abiertos en su lucha contra el cáncer y una aprovechada simplemente tomó testimonios de su batalla y los usó para lucrar y engañar a la gente.
Ese fue el caso de Jessica Sanders, quien tuvo que dejar la escuela y empezar quimioterapia y someterse a tratamiento de trasplante de células madre el año pasado para combatir una rara forma de cáncer de ovarios.
Me sorprendió saber que alguien uso imágenes de mi situación para su propio beneficio. Sobrevivir es emocionalmente extenuante y la situación del robo me pegó muy fuerte, pues estaba demasiado vulnerable. Cuando ella explotó mi situación para ganar dinero me sentí violada. Además, no solo se aprovechó de mí y de otros para lucrar, sino que además le dio falsas esperanzas a la gente al hablar sobre cómo salvó su cabello durante el tratamiento, pues cuando dices que tienes buenos resultados en redes, haces que la gente se emocione sin saber que solo es una cruel mentira. Lo que hizo Russo es demasiado doloroso y ofensivo para cualquiera que ha tenido que lidiar con el cáncer.