El hijo putativo de Vladimir Putin se llama Ramzan Kadyrov, y tiene una reputación de macho alfa, como la de Putin, el Chuck Norris de los presidentes. Además, aunque tiene cara de niño, es el presidente de Chechenia, donde tiene una mansión tipo Playboy.
En Rusia dicen que el trabajo de Ramzan Kadirov no es gestionar esa pequeña región, sino evitar que los chechenos vuelvan a matar a los rusos.
Pero como además el poder de este aliado de Putin tiene sucursal en Moscú a través de brigadas de hombres armados, los kadirovtsy, nada de lo que se atreva a moverse en la capital rusa le es ajeno.
Ramzan Kadyrov nació en el seno de una familia independentista musulmana que peleó contra las fuerzas rusas en la primera guerra de Chechenia, y aunque su padre se convirtió al pensamiento dominante con la llegada de Vladimir Putin al poder, lo pagó caro.
En 2004 la guerrilla chechena hizo volar al traidor en pedazos durante un acto público. Entonces Ramzan tuvo una recordada reunión con Putin, quien lo bendijo como heredero del poder de su padre y desde entonces recibe dinero del gobierno central, fondos con los que reconstruyó la devastada Chechenia, hasta convertirla en una suerte de “Truman Show”. No puede negarse que es agradecido: la avenida principal de Grozny ahora se llama “Putin”.
Ramzan Kadyrov tiene como amigo personal al boxeador Myke Tyson, tiene leones y tigres come hombres como mascotas en su palacio.
Cuando no está repartiendo órdenes de ejecución, pasa el tiempo libre luchando con cocodrilos y serpientes a mano limpia.
Ramzan Kadyrov vive rodeado de una bandada de mujeres, vive el sueño de cualquier tirano, y tiene debilidad por los autos super-deportivos.
Es uno de los más duros líderes mundiales, orgulloso de ello se hace llamar a sí mismo el “Rey Guerrero”.
Lleva un estricto programa de entrenamiento, por el cual tiene músculos con los cuales apresa cocodrilos. Su cuenta de Instagram tiene más de un millón de seguidores. En sus calabozos hace las delicias de los torturadores con algunas de las torturas más crueles imaginables. En una entrevista de televisión, les dijo a los rebeldes:
“¿Quieren matar gente? Si matan a mis camaradas, mataré a su padre, su hermano, a todas sus mascotas”.
Al igual que el líder norcoreano, Kim-Jong-un, Ramzan heredó de su padre el trabajo con la bendición de Putin. Este último es una especie de padre para él, y una figura a seguir.
Ramzán Kadýrov es conocido por su fuerza militar de 3 mil hombres, llamados kadýrovtsy. Son tan eficaces que han ayudado a reducir la presencia de tropas rusas. Putin condecoró a Kadýrov con la medalla de Héroe de la Federación Rusa.
Kadýrov también es el presidente del club de fútbol más destacado de Chechenia, el FC Terek Grozny.
Y así son sus apariciones en público…
Kadyrov sigue mandando y acumulando en su residencia mascotas temibles como leones y tigres. “Lo primero que hago es escupirlos, para que sepan quién manda”, dijo, para que a nadie le queden dudas acerca de cuáles son sus singulares conceptos de autoridad y liderazgo.
Sin duda Putin aprueba esto…
