La universidad, muchas veces no es lo que se nos prometió. Varios terminan ensimismados en una habitación y otros derrotados por no conseguir un trabajo que por lo menos ayude a recuperar la inversión de tiempo, dinero y esfuerzo invertidos en la educación. Si no, pregúntenle a este varón, cuya historia ha sido publicada en Internet.
Lawrence Kemp es un estudiante inglés de 21 años. Cursa el segundo año de la carrera de Administración de Empresas en la Universidad de Gloucestershire. Tenía que escribir un ensayo de dos mil palabras, pero el problema era que tenía solo dos horas para terminarlo y a sus amigos intentando hacerle más difícil el logro de entregarlo antes de las 12 de la noche.
Ellos grabaron la odisea que tuvo que pasar con un montón de amigos insistiéndole en unirse a la fiesta.
En un principio, lo interrumpen cuando intenta concentrarse, luego, se queja del ruido cuando están jugando cartas. Se va. Tiempo después, le llevan cerveza a su cuarto, donde está tratando de hacer el trabajo y lo convencen de tomar con una manguera.
Luego de un corte, aparece en un sillón, con la computadora en las piernas, en medio de la fiesta, tomando cerveza y escribiendo. Posteriormente se le ve en la cocina, bebiendo y destrozando las latas de cerveza en su cabeza.
Más tarde, se ve al grupo en una discoteca, faltando 10 minutos para las 12. A segundos de que se cumpla el plazo, Lawrence está frenético frente a la computadora y antes de las 12, logra enviar el trabajo.
Lawrence dijo al respecto en una entrevista:
“Para ser honesto, había empezado hacía unos días, pero dejé 750 palabras para editarlas a último minuto. También tenía la intención de salir porque no había salido en un tiempo, al final la tarea tomó más tiempo del que pensé.
En un principio no quería salir aunque me insistían, porque quería salir hasta que terminara, pero sabía que era capaz de hacer la edición y disfrutar la noche”.
La publicación, dice: “Clásico de Lawrence, dejando las cosas para último minuto”:
