Tener una mascota es entender que van a crecer con el paso de los años y que tarde o temprano van a ser demasiado grandes y pesadas como para levantarlas el suelo o dejarlas dormir en nuestro regazo… Pero a ver, explíquenle eso a estos adorables gigantes.
Todos estos lomitos se acostumbraron a recostarse sobre sus dueños y se les quedó el hábito a pesar de que ya son más voluminosos que sus humanos. Se convirtieron de tiernas mascotas a estos 30 enormes compañeros, que por dentro se siguen sintiendo como los pequeños de casa. Ya dejaron de ser unos cachorros, pero no les han avisado.
1. La cara de su papá al ver lo grande que es
2. A gusto sobre su sillón
3. Cuando lo conocieron era del tamaño de su pata
4. Tan grandote y tan miedoso
5. Con su humano favorito
6. Ya casi es un lobo
7. Aún le tiene miedo a la gatita
8. Su cabeza es más grande que la del dueño
9. Así estabas, de ese tamañito
10. Ayúdalo, Harry
11. Y todavía está en crecimiento
12. Le dijeron que no iba a crecer
13. Todavía juega con su oso Pooh
14. Le cedieron el asiento por su tamaño
15. Con melena de león
16. Su amigo necesita un banco para alcanzarlo
17. Gigante perezoso
18. El mejor guardián
19. Tiene 16 meses de diferencia
20. Ven y abrázame, gran bobo
21. Quiere que lo sigan cargando
22. Dice que todavía está chiquito
23. ¿Cómo que no es una vaca sin cuernos?
24. La majestuosidad en grande
25. Si les quita la comida no podrán hacer nada
26. Provocando una enorme ternura
27. Ah, mira ahí va Beethoven
28. Tan grande como un pony
29. Un enorme bostezo
30. Vaya, vaya, tu copiloto es Chewbacca
