El enojo es parte de nuestros sentimientos y es propio sacarlo en el momento oportuno para que no se acumule y explote como una bomba. Pero siempre habrá situaciones que no podamos controlar y, por lo tanto, desaten nuestros instintos más bestiales, sacando al ogro oculto entre tanta capa.
Sin duda, al contar esas situaciones que llenan de impotencia a tus amigos, familiares o a quien más confianza le tengas, será inevitable soltar la frase “¿pero sabes qué es lo que más coraje me da?”. Aquí les presentamos algunos ejemplos recolectados de la “gran carretera de la información”.