Tal vez al principio te gane la emoción de tener un compañero en casa, porque ambos buscan ser independientes y tener su propio espacio; seguro piensas que entre los dos será más fácil pero no siempre es así, ya que te puede tocar un socio que no es precisamente la definición de orden, higiene o inteligencia.
Estos son algunos ejemplos de lo que puede suceder si tu elección no es la adecuada, o peor aún, si tú eres ese inquilino incómodo:
1. Esto es no tener perdón
2. Un clásico; pero por favor, no lo hagas
3. ¿Pero qué necesidad hay de esto?
4. El coleccionista
5. Mejor no preguntar en dónde se introdujo ese objeto
6. Esto es pasarse de sucio
7. Parece que nunca tuvo una fiesta de cumpleaños
8. No le gusta terminar con lo que comienza
9. Un pecado capital
10. Que use tu tablet como portavasos
11. Su forma de limpiar la cocina
12. Prefiere abrirlo ‘a la antigua’
13. Tal vez de esta manera nunca gritarás: ‘¡no hay papel!’
14. No sabe para qué es el armario
15. En serio, ¿por qué hacen eso?
16. No sabe que el plástico no se lleva con el calor
17. Parece que tenía prisa
18. Algo aquí no está bien
19. Un clásico en el hogar
20. Seguro también deja la orilla de la pizza
21. Son fieles y tiernos, pero también pueden ser compañeros problemáticos
