Primero vamos a definir qué es un slow roll, para quienes no estén muy familiarizados con el término, aunque sean jugadores asiduos de póquer. Según los profesionales, un slow roll es un acto poco ético, y para algunos, lo peor que puede hacer un jugador. Pero, ¿qué hay que hacer para ser tan malo?
Cuando se reparten las primeras dos cartas, alguien tendrá una mano mayor, es decir, mayores posibilidades de ganar. Conforme avance el juego y las apuestas, llegará un momento en que algún jugador decida apostarlo todo, lo que se conoce como “all-in”. Cuando el jugador con la mayor mano se tarda demasiado para decidir apostar, y esto obviamente lo hace con el afán de molestar a su oponente, eso es un slow roll. Una especie de humillación al otro jugador.
Pero existen casos en que la suerte se pone del lado del débil, y quien solo molestaba, termina perdiendo la mano de manera increíble, aunque parecía que llevaba todas las de ganar… Aquí te dejamos algunos de los peores fails en un slow rolls en el póquer.
Primero, uno clásico… literal:
Uno más, lleno de tensión:
Por partida doble:
Y éste debe ser el peor de la historia:
