Aunque la época escolar es una etapa de la vida en la que se vale tener nuevas experiencias y disfrutar justo antes de entrar al mundo laboral, cuando debes luchar por sobrevivir en el mundo real, no falta quién quiera echar a perder las cosas con reglas demasiado estrictas que hacen sospechar que hay alguna amargura o frustración detrás.
Tal parece ser el caso en la institución educativa Misael Pastrana Borrero, en Rivera, Colombia, donde la rectora Olga Narváez hizo del conocimiento de los padres de familia que los chamacos no podrían llevar celular a la escuela, no se podían pintar el pelo ni llevar piercings y mucho menos tener relaciones amorosas entre ellos. La intolerancia que la rectora demostró durante la asamblea sorprendió a todos los usuarios de TikTok.
¿Y qué hay de la libertad? Es libre de irse a su casa
¿Cómo así? Ya ni al Chapo le prohibieron tanto. pic.twitter.com/8izpALCjss
— tacodealacran (@tacodealacran) February 2, 2023
En el video que se viralizó, Narváez informa a los padres de familia que cualquier tipo de tecnología queda prohibida para los alumnos en la institución, así como el cabello largo o teñido, las gorras, joyería, piercings u otras modificaciones corporales. La declaración fue recibida con un aplauso, hasta que se le preguntó por la libertad de los muchachos. De ahí se agarró la rectora.
Bueno, aquí no se puede hacer nada, pero es por su propio bien
En una clásica muestra de disciplina extrema, Olga Narváez les aclaró que las estrictas medidas son por su bien y que tienen como objetivo fomentar la disciplina, que van a implementar “desde que entran al colegio hasta en su formación y presentación personal”. Así, los cambios al código de conducta tienen como fin darle a los educadores la autoridad para deshacerse de indeseables y de quienes “no mostraron compromiso ni cumplieron”.
Por otro lado, según la educadora, la tecnología es la fuente de todos los males, por lo que “el celular es el culpable de la pérdida total de ciclos escolares completos, por eso ocurren los problemas de amoríos que se presentan entre los estudiantes”, así que encargarse de mantener a esas “fuentes de todo mal” fuera del alcance de los alumnos es fundamental, para que los muchachitos se formen “adecuadamente”.
Sí son libres: Libres de callarse y hacer lo que se les dice
Cuando se le preguntó sobre las medidas, que pueden coartar el derecho a la libre expresión de los muchachos, la rectora reviró diciendo que la libre personalidad es que sean personas de bien, no personas con greñas largas, moradas, rojas y verdes. Además, dijo que ser libre no tiene nada que ver con la libertad, sino que más bien se refiere a seguir las reglas.
Para quienes no quedaron convencidos, la rectora aclaró que en todo caso no es como si no hubiera libertad, porque a todos aquellos que no quisieran apegarse al nuevo reglamento siempre les quedaba la opción de irse a otro lado a buscar un colegio que sí les permita hacer todo lo que la Misael Pastrana Borrero les prohíbe.