Este hombre entró a una tienda Apple en Francia, como cualquier otro en el mundo, pero no iba a comprar el nuevo iPhone. Al parecer, había acudido a solicitar que le repararan su teléfono, pero al no encontrar respuesta, o al menos no la que esperaba, tomó una bola de hierro que cargaba en su mochila y empezó a destruir los aparatos que se iba encontrando en la tienda…
Los demás clientes no se animaban a detenerlo, a pesar de que al parecer se encontraba en calma: solo tomaba los teléfonos y les aplicaba un golpe seco con su bola de hierro …
Esto sucedió en la tienda Apple en Dijon, donde este joven -quien parece se encontraba bien preparado, pues incluso tenía un guante en la mano con la que dejaba caer la bola sobre los teléfonos-, llevó su queja al límite, quizá cansado de que nadie lo atendiera, y pensando que si el no tenía su teléfono, nadie tendría uno…
Se ve tan calmado en el video que es sorprendente y tal vez por eso los empleados de la tienda tardaron en detenerlo o en llamar a la policía, por lo que destruyó una buena cantidad de aparatos y todavía se dio el tiempo de lanzar un mensaje…
“Damas y caballeros, de acuerdo con las leyes europeas, Apple debe darnos derechos a los clientes. Apple se niega a hacerme un reembolso, de acuerdo a las leyes europeas. Les dije de antemano lo que sucedería y les dije que me reembolsaran mi dinero. Ellos dijeron que no ¿y qué pasó? Esto es lo que pasa”.
Luego prosiguió con su labor de destrucción, hasta que llegó la policía y lo detuvo, para llevar a cabo la investigación correspondiente y determinar la sanción, porque es seguro que al menos tendrá que pagar los daños que causo a diversos aparatos de la tienda.
Tal vez el enojo le va a salir más caro que haber comprado otro teléfono, porque aunque lo consideró como algo justo, lo más probable es que las autoridades no lo vean con esa misma perspectiva…
Luego trató de evadir la acción de los guardias de seguridad del centro comercial, hasta que fue sometido:
