En redes sociales y portales de noticias del mundo ha circulado información de un nuevo coronavirus llamado NeoCov, descubierto en Sudáfrica. Este virus tiene una alta tasa de mortalidad y transmisión. Pero ante la alarma, es importante mencionar que el virus mencionado no es una mutación de SARS-CoV-2 o covid-19 y solo se transmite de una especie específica de murciélago y, hasta el momento, no se han registrado infecciones en humanos.
El artículo del que se desprende la información fue publicado en bioRxiv por científicos de la Academia de Ciencias de China y la Universidad de Wuhan, aunque aún se encuentra en etapa de preimpresión y no ha sido revisado por pares. Sin embargo, la rápida propagación en internet ha ayudado a que la información contenida se saque de contexto. Actualmente, el virus no representa un peligro para los humanos, pero los científicos sugieren que se mantenga en observación.
Desde el 2014, el Centro Médico de la Universidad de Bonn, en Alemania, así como otras instituciones han investigado y determinado la secuencia completa del NeoCov, un virus que se encuentra en la materia fecal del murciélago Neoromicia capensis de Sudáfrica. Entre los descubrimientos se señala que el 85 por ciento del genoma era idéntico, a nivel de nucleótidos, al MERS-CoV, conocido por causar el síndrome respiratorio del Medio Oriente, que lleva más de un década en investigación.
El MERS-CoV es un virus zoonótico, es decir, que se transmite de otros animales a humanos. En este caso es transmitido por camellos dromedarios y, según datos de la Organización Mundial de la Salud, desde 2012 ha causado 858 muertes en 27 países, con una tasa de mortalidad del 35 por ciento.
De acuerdo al estudio de la Academia de Ciencias de China y la Universidad de Wuhan, para que el MERS-CoV ingrese en las células humanas se requiere un receptor llamado Dipeptidil peptidasa-4 (DPP4). Sin embargo, a pesar de compartir similitudes con el NeoCov, no se sabía cómo ingresaba a las células de los murciélagos.
Los nuevos descubrimientos de los científicos chinos apuntan a que el NeoCov ingresa en las células de los murciélagos a través de un receptor llamado ACE2, que también se encuentra en los humanos (hACE2) y que interactúa con el SARS-CoV-2, el causante de la enfermedad por covid-19.
Cabe aclarar que el NeoCov no puede infectar a humanos, hasta el momento. A pesar de ello, los expertos continuarán con la observación cercana del virus en caso de que este mute y pueda interactuar con el receptor hACE2 de los humanos. Por lo pronto, no hay nada que temer y no se trata de una variante más del virus que mantiene la actual pandemia global.
