Muchos se quejan del encierro durante la pandemia, pero todo está en cómo se aproveche el tiempo. La familia Batún Pat, de Yucatán, México, decidió crear su propia maravilla natural: un minicenote, que esperan hacer crecer hasta convertirlo en un criadero de peces. Los cenotes son uno de los principales atractivos turísticos en toda esa zona.
Los cenotes son estanques naturales de agua dulce que son alimentados por ríos subterráneos. En la zona de Yucatán hay entre siete y ocho mil de ellos, y ahora con este artificial que construyó esta familia, en el municipio de Tekom, hay uno más. Durante la cuarentena decidieron aprovechar el tiempo y construirlo.
Los miembros de la familia estuvieron excavando hasta que dieron con roca dura y luego lo llenaron con agua cristalina. Además, le pusieron algunas plantas acuáticas y unos peces. Actualmente es un gran atractivo turístico, ya que están cobrando 50 centavos de dólar para verlo, recursos que van reuniendo para ampliarlo y convertirlo en un criadero.
El lugar lleva el nombre de K’om Ha y es una réplica de los lugares que son considerados centros sagrados de los mayas, donde han encontrado objetos de esa cultura, restos humanos y de animales. Obviamente no hay nada de esto en el minicenote artificial, pero es una buena oportunidad si no quieres adentrarte en los que son naturales.
Sin duda, todo depende de cómo inviertas el tiempo en cuarentena, así que si todavía tienes la oportunidad de estar en tu casa, no pierdas la oportunidad y emprende un proyecto con tu familia y crea algo que seguro será inolvidable para todos. Pon manos a la obra.