Si piensas que lo más sagrado para una madre son los hijos, estás equivocado. No hay mayor cuidado que una jefa de familia pueda expresar como la que le da a sus toppers, pues estos recipientes tienen un lugar privilegiado en las prioridades maternales. Si llegaran a extraviarse, es mejor que no regreses a casa si no quieres desencadenar la furia de la progenitora. Sin embargo, la empresa que produce estos recipientes está tambaleándose en la cuerda floja.
Por casi 80 años, Tupperware ha estado presente en el mercado innovando con la forma en la que almacenan los alimentos, pero la compañía tuvo una caída del casi 50 por ciento en sus acciones. A pesar de que logró una ligera recuperación, aún está en riesgo de la quiebra. Esto deja a la multinacional a expensas de una urgente fuente de financiación y navegar una deuda de más 700 millones de dólares, según informó AP, recuperado de Bloomberg.
A pesar de que las ventas subieron en el primer año de la pandemia, se desplomaron casi 500 millones de dólares en el último trimestre de 2020 y un poco más de 300 millones de dólares el último trimestre de 2022. Tupperware Brands también se encuentra en peligro de ser eliminada de la Bolsa de Valores de Nueva York después de que no presentara los resultados anuales ante la Comisión de Bolsa y Valores de 2022. La empresa cuenta con seis meses para recuperar su cumplimiento.
El drástico descenso se debió al aumento en el costo de los préstamos y a la “volatilidad” en sus ganancias, por lo que “podría no tener la liquidez adecuada en el corto plazo (…) existen dudas sustanciales sobre su capacidad para continuar como negocio en marcha”. Después de advertir que podría cerrar sus puertas, el precio de las acciones de Tupperware se redujo a la mitad.
No todo está perdido para la empresa fundada en 1946, que se encuentra trabajando con asesores financieros para reestructurar sus cuentas y establecer estrategias que les permitan salir a flote en las deudas y mejorar su liquidez. Esperan tener nuevos inversores o socios financieros, pero no se descarta la venta de propiedades y el recorte de empleados. Existe una amplia duda sobre si Tupperware podrá hacer lo suficiente para rescatar sus números.
Durante años, el principal modo de venta de los artículos de la marca fue la venta directa, con las conocidas “fiestas Tupperware”, donde promotores hacían demostración de los productos, llevándose una comisión por cada venta realizada. Si la empresa hubiera establecido cambios sustanciales en la última década como la venta en tiendas o al por mayor, podría estar en una situación favorable.
La marca aún goza de un gran reconocimiento, convirtiendo su nombre en un referente para los recipientes de almacenamiento. Esta podría ser su mayor carta en el jugo pudiendo llamar la atención de Walmart, el gran minorista del continente, así como de Amazon, quien cada vez abarca más espacio en las ventas y distribuciones en todo el mundo.