Cada persona tiene su método personal de estudios. Mientras que unos tienen que estar con la cara en el libro, repasando sus apuntes y memorizando datos, otros tienen la facilidad de retener el conocimiento para después aplicarlo. Sin embargo, siglos de estudiantes en aulas han perfeccionado un método para tener una pequeña ayuda en el examen en caso de atorarse con una pregunta: los acordeones.
En México se les conoce como acordeones a los apuntes que los estudiantes usan para hacer trampa en un examen sin ser descubiertos. Aquí, el ingenio apremia, ya que el tamaño es decisivo para no ser descubierto, por lo que generalmente son escritos con letra muy pequeña y doblados en varios pliegues; de ahí su nombre, como el instrumento musical.
Una maestra de secundaria quiso probar a sus alumnos y les prometió dos puntos a aquel que presentara el acordeón más ingenioso. De esta manera, les daría un tiempo y motivación a sus alumnos para repasar los temas y estar listos para el examen y, de paso, aprender las tácticas de trampa que los estudiantes tienen. Te sorprenderá ver algunos de los resultados.
La maestra Anel Bravo compartió los resultados de la tarea en su cuenta de TikTok, donde los usuarios de la plataforma quedaron sorprendidos por el ingenio que pueden llegar a tener los alumnos cuando son motivados. Cada uno presentó asombrosos acordeones, algunos llegarían a ser indetectables a simple vista si se hubieran señalado de esa manera.
Estos muchachos ya traen todo el truco. Nacieron con otro chip, deveras. pic.twitter.com/MdL7fysovH
— tacodealacran (@tacodealacran) March 1, 2023
Uno de ellos puso sus apuntes dentro de su torta (de jamón, como las del Chavo), otro los pegó a la planta de su zapato, uno más enrolló su pergamino en la caja de su borrador, mientras que uno más listo dividió su goma en dos y en medio pegó su acordeón. Pero no fueron los más creativos, pues uno de ellos colocó su dobladillo dentro de una galleta y su compañero lo ocultó debajo de tiras de curitas pagadas a su brazo.
Doritos, toallas sanitarias, un jugo, papel higiénico, en el tubo de la barra de resistol, dentro de un popote, en el sacapuntas, en los lentes, en el cubrebocas y en la etiqueta de la botella de agua, los estudiantes no pararon de sorprender y aunque el acordeón está hecho para hacer trampa, los alumnos se pudieron dar el tiempo de repasar el contenido para sacar sus apuntes. Nada mal, maestra.
‘Naaaaa, eso es trampa. Lo hizo para saber todas las mañas. El estafador salió estafado’; ‘Ahora sí, ya la profe se las sabe todas’; ‘Es una forma de hacerte estudiar’; ‘La verdad todos merecen un diez… ¡pero los Doritos!’; ‘De tanto que haces a la hora del examen no lo sacas porque todo te lo sabes’; ‘¡No lo haga, compa! ¡Es una trampa!’; ‘Nada que no haya hecho’.
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