Tremenda locura la que se ha hecho a raíz del anuncio de los conciertos de Bad Bunny por su gira Wold’s Hottest Tour. Los últimos dos eventos serán en México, en el Estadio BBVA, en Monterrey, Nuevo León, y en el Estadio Azteca, en CDMX, y al igual que en otras ciudades de Estados Unidos y Latinoamérica, todo el mundo lucha por tener un boleto.
Desde muchachas que hacen fila sin tener dinero hasta personas acampando en la taquilla o los que hacen fila virtual mientras trabajan, hay de todo. Historias tenemos para contar, pero hoy elegimos una que nos tocó el corazón, porque nada hace más feliz a un hombre que un Tsuru tuneado. No tengo pruebas, pero tampoco dudas y esta anécdota es muestra de ello.
En TikTok, Gerardo Bieletto publicó un video en donde muestra cómo vendió su auto Nissan Tsuru con el fin de adquirir boletos para el concierto del conejito malo en Ciudad de México, pero al hacer la fila virtual para comprar su pase, estaban agotados. Tal y como él lo dice en su video: “quedó”, aunque las esperanzas aún no acaban.
En el video se ve a su viejo Tsuru gris, que aún se mueve. El joven se vio con el comprador y hasta se pudieron apreciar varios billetes de 500 pesos, presumiendo que había reunido la cantidad. Recordemos que estos boletos no solo han sido polémicos por su escasez, también por ser de los más caros del mercado.
Ni teniendo el dinero en la mano, Gerardo pudo hacerse de un boleto para uno de los conciertos más esperados del año. Recordemos que Ciudad de México es una de las metrópolis más pobladas del mundo, por lo que no sorprende que los boletos se hayan agotado en poco tiempo. Gerardo aún puede esperar a que alguien venda su boleto o queden algunas cortesías.
Al momento del cierre de edición, aún se mantiene abierta la taquilla para comprar boletos en sus presentaciones en Monterrey, por lo que Gerardo podría viajar a otra ciudad. Lástima que no podrá lucir su llegada en un flamante Tsuru.
El video ya superó las dos millones de reproducciones y los comentarios están divididos, pues unos piensan que no midió el riesgo, ya que un coche puede durar muchos años, mientras que un concierto solo será una noche. Otros se burlaban del chico por hacer esfuerzos para ir al evento de “un man que ni te topa”.
