Ozzy Osbourne, de 73 años, es toda una institución en el mundo del rock y es imposible imaginarse el género sin las influencias dark tanto del músico como de su banda Black Sabbath, que metieron de lleno la “onda ocultista” en la música.
Al hablar de la seminal obra de Black Sabbath Vol.4 (1972), Ozzie rememora los buenos tiempos, llenos de desenfreno y drogas… hasta que platicar durante una hora entera con un caballo lo “trajo de vuelta a la realidad” y lo convenció de dejar el LSD.
Todo tiempo pasado fue mejor
Con su nuevo álbum de solista, luego de interminables retrasos en sus presentaciones debido a la pandemia y con el inminente cumpleaños número 50 del icónico Vol.4 de Black Sabbath, Ozzy decidió hablar sobre los buenos tiempos que vivió con la banda, cuando le entraban durísimo a las sustancias mientras hacían un álbum.
En sus propias palabras, en la cúspide de la fama y los logros artísticos de su banda, Ozzy y sus colegas se ponían bien high en una mansión de Beverly Hills mientras trabajaban en su música. Coca, ácido, o sea, LSD, y alcohol eran la norma en sus vidas en Estados Unidos, pero a su vuelta a Inglaterra, Ozzy tendría una severa llamada de atención.
Su momento “Mr. Ed”
Ya de regreso en Reino Unido, Ozzy aún tenía la costumbre (muy “estadounidense”, según él) de ponerle ácido a todo, hasta a su bebida. Entonces, antes de salir a “dar un paseo por la campiña inglesa”, el músico se tomó sus reglamentarias 10 pastillas de LSD para disfrutar mejor la caminata.
Durante su viaje (literal y figurado), Ozzy se encontró con un caballo particularmente simpático y verborreico, con quien tuvo una plática a pesar de ser completos desconocidos. Su charla se extendió por alrededor de una hora, hasta que llegó a un final abrupto.
La conversación no fue muy interesante
A pesar de que la conversación con el equino parecía desarrollarse en un tono bastante amigable, llegó un momento en el que el interlocutor de Ozzy simplemente ya no quiso seguir con la plática y cortó la perorata del músico con un terminante “vete a la mi***a, Ozzy” .
Sorprendido por la reacción del caballo, que hasta un momento antes parecía haber estado disfrutando de su charla, el metalero se dio cuenta de que algo iba terriblemente mal y no solo con sus habilidades conversacionales, sino con su vida y hábitos, por lo que decidió dejar el ácido de una vez por todas.
El resto de la banda
Por supuesto, Ozzy no estaba solo en lo del ácido y todos los miembros de la banda tienen alguna historia cautelosa sobre sus experiencias con la potente sustancia.
Tony Iommi ha dicho que con la coca se sentía en control pero luego de tomar ácido, estuvo a punto de saltar por la ventana, situación de la que lo salvaron sus camaradas de la banda. Geezer Butler y Bill Ward tienen historias similares, con el primero convertido en un esqueleto asaltado por flores y el segundo recordando que pudo echarlo todo a perder al tocar mientras estaba alucinando.
El ácido y la música
El LSD, o dietilamida de ácido lisérgico, usualmente conocido solo como “ácido”, es una sustancia alucinógena que afecta la percepción de la realidad y el ánimo de quien la consume. Puede llevar al usuario a buenos o malos viajes, desde sueños hasta pesadillas y conductas agresivas. Sin embargo, sus efectos siempre terminan en depresión y cansancio.
Ozzy no es ni de lejos el único músico que abusó de esa sustancia. Se dice que John Lennon, de los Beatles, le dedicó Lucy in the Sky with Diamonds (LSD) al ácido, aunque él siempre lo negó. Además, cientos de músicos, como Santana, The Doors, Alice Cooper y Jimi Hendrix lo consumían abiertamente y le atribuían parte de su poder creativo. Para que Ozzy lo dejara, el bajón debió ser épico.
Ahora sí, ya le paró
A pesar de haber dejado el ácido luego de tener la conversación, todas las demás sustancias que consumía, incluyendo, por supuesto, la coca y el alcohol, seguían siendo parte de su vida diaria. Ozzy admite que incluso a principios de los 2000 tomaba Vicodin a puñados y hasta 42 otros medicamentos de prescripción diarios.
Sin embargo, el músico ha dicho que suficiente es suficiente y desde 2014 declara que está, literal y metafóricamente, en proceso de volverse sobrio de todas las sustancias que consumía.
Cada vez que tomaba drogas (lo cual era todo el tiempo) ponía mi vida en peligro. Es un milagro que siga con vida.