Seguramente Mike Tyson todavía es capaz de derrotar a varios en un solo round de box, pero de eso a que se enfrente a un gorila hay mucha diferencia, aunque para él no, pues eso intentó en el Zoológico de Nueva York, donde le ofreció más de 11 mil dólares al vigilante para que le permitiera intercambiar golpes con un poderoso miembro de esa especie.
Tyson se ha definido como un “amante de los animales”, y en su casa lo hemos visto con tigres y aves exóticas, pero también es conocido por sus locuras, así que se le ocurrió que podría pelear con un gorila de lomo plateado (sí, como el máximo de los machos alfa).
Le dijo al vigilante que le daría esa cantidad de dólares si le permitía entrar a la jaula y “romperle la caja de mocos a ese lomo plateado”. ¿El viejo Tyson de las excentricidades está de vuelta?
No. Esto ocurrió en los años 80, cuando era el campeón todopoderoso de los pesos pesados en el box y los rivales no le aguantaban más de dos rounds, por ello se creía capaz de derrotar incluso a un gorila. Además, en esa ocasión iba acompañado de Robin Givens, quien fuera su esposa, y pagó para pasear por el zoológico solo ellos dos, así que seguro la quería impresionar.
El excampeón recuerda:
Le pagué a un trabajador del Zoológico de Nueva York para volver a abrirlo solo para mí y para Robin. Cuando llegamos a la jaula de los gorilas había un gran gorila de lomo plateado que estaba acosando a todos los demás gorilas.
Eran tan poderosos, pero sus ojos eran como de un niño inocente. Le ofrecí al vigilante 11,000 dólares para abrir la jaula y dejar que le rompiera la caja de mocos de ese lomo plateado. Él se negó.
En esos años Tyson tenía todo el dinero, la fama y las mujeres que quería, y también toda la locura que su popularidad y excesos le podían dar, ya que era solo un jovencito de 20 años cuando ganó el título mundial de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo en 1986; para 1987 ya tenía los cinturones de la Asociación Mundial de Boxeo y de la Federación Internacional de Boxeo.
Mike fue el primero en tener los tres títulos al mismo tiempo, con lo que era el único campeón en la máxima categoría, pero de eso a enfrentarse contra un gorila, hay mucha distancia.
La única posibilidad para Tyson era que de un solo golpe durmiera al gorila, lo cual es casi imposible por la enorme fortaleza de la especie. De resistir el primer golpe, seguramente el gorila se le hubiera lanzado encima hasta destrozarlo.
Aunque hubiera intentado escapar, un gorila puede alcanzar una velocidad de 40 kilómetros por hora, y para que te des una idea, Usain Bolt, considerado el hombre más rápido del mundo, alcanzó una velocidad de 44 kilómetros por hora.
Qué bueno que no le permitieron a Tyson intentarlo, de lo contrario, no hubiera durado ni medio round. Lo que sí queda en el aire es: ¿cuántas locuras sí habrá realizado el gran campeón? De muchas no nos enteraremos nunca.