En 1997 se estrenó la primera película de Austin Powers, que fue todo un éxito y llevó la carrera de Mike Myers a la cima del éxito. Sin embargo, en el caso de Joseph Son, quien interpretó el personaje de Random Task, la realidad es que todo se vino abajo poco después de estrenar el filme, aunque esto no tuvo nada que ver con la película, sino con su conducta delictiva previa.
Este hombre era parte de una pandilla y en la víspera de la Navidad de 1990, él y uno de sus compañeros atacaron a una chica de 19 años, por lo que fue detenido en 1998, un año después del estreno de la película. Una prueba de ADN comprobó que él había participado en este delito y, posteriormente, golpeó a su compañero de celda hasta quitarle la vida. Con el primer delito ya era suficiente para que pasara el resto de su vida en la cárcel.
Joseph participó en algunas películas de acción, antes de su aparición en Austin Powers, debido a que tenía experiencia en artes marciales, pero ya contaba con un historial criminal y, de alguna manera, se había librado. En 2008 fue detenido por actos de vandalismo y al pedir clemencia para ser liberado, las autoridades le exigieron un examen de ADN para responder a su solicitud. Sin embargo, el resultado coincidió con las muestras que una chica atacada había proveído años atrás.
De ahí se vinculó a Joseph con este caso, en el que él y su cómplice amagaron con una pistola a la víctima cuando iba entrando a su casa y después la violaron en repetidas ocasiones, la torturaron y amenazaron con matarla. El exactor fue llevado a juicio por múltiples cargos graves y fue sentenciado a 227 años de prisión.
Cuando iba a casa esa noche, era poco después de la medianoche, estaba entrando en mi edificio y noté que mi puerta estaba abierta de par en par. Estaba muy oscuro en el estacionamiento. Tomé a mi perro y lo metí dentro de mi chaqueta y luego lo abracé muy apretado porque hacía mucho frío afuera.
Y cuando salí, tuve una sensación muy extraña de que me estaban observando. Cuando me acerqué a la acera, vi una sombra pasar frente a una luz. Y mientras lo hacía, un tipo se me acercó rápidamente y seguía diciendo: ‘Disculpa, disculpa, estoy perdido. ¿Puedes ayudarme a encontrar dónde está la playa?
Y luego aparece una segunda persona. Tenía un cigarrillo en la mano y lo veo en cámara lenta en mi cabeza; lo veo agitarlo y me dijo: ‘Mira dónde cae’. Y luego ¡BAM! Me detuvieron por delante y por detrás. Me apuntó con una pistola en la cabeza y me decía en mi oído: ‘Te voy a matar, te voy a arrojar por los acantilados, te voy a mutilar y a tirar por los acantilados’. Luché con todo lo que tenía en mi alma para no ser una persona desaparecida o tener una etiqueta en el dedo del pie al final.
-Relato de la víctima
Joseph ha permanecido en la prisión estatal de Wasco, pero en 2011 golpeó a su compañero de celda y aunque fue auxiliado, murió 25 minutos después. Con esto, se le agregaron otros 27 años más de condena, como si no fueran suficientes los más de dos siglos a los que ya estaba condenado. Una triste historia que nos muestra que tarde o temprano tenemos que pagar por nuestros actos del pasado.