Bruce Willis es todo un ícono de la industria cinematográfica, por lo que su imagen es sumamente cotizada a pesar de que este 2022 anunció que iba a dejar la actuación debido a un diagnóstico de afasia que le impedía desempeñarse adecuadamente en los sets de filmación.
Pero no todo es malo ni está perdido para Willis, porque ha demostrado estar a la vanguardia al decidir “vender su imagen”, aún sumamente cotizada, para la realización de deepfakes, lo que podría mantener vigente su aparición en medios públicos, aunque no sea él en persona quien se interprete “a sí mismo”.
Su presencia en cines es “dura de matar”
Aunque la noticia del retiro de Willis de las pantallas ha entristecido a muchos seguidores de la vieja escuela, un trato al que el actor ha llegado con Deepcake, una compañía especializada en crear gemelos digitales, que les permitirá usar la imagen del actor en futuras producciones, podría significar que la presencia del protagonista de Duro de matar en el cine podría ser virtualmente inmortal.
En una declaración, Willis habló sobre minifilme para publicidad telefónica que se llevó a cabo por medio de Deepcake y mencionó que:
Para mí ha sido una gran oportunidad volver en el tiempo con el uso de estas tecnologías y me encantó la precisión con que me recrearon y cómo salió mi personaje, incluso estando a un continente de distancia pude participar en la producción.
Los deepfakes y Hollywood
La tecnología deepfake (que podría traducirse como algo “profundamente falso”) permite recrear digitalmente a las personas, usualmente actores o celebridades, para que aparezcan en videos a pesar de no estar disponibles, mostrando ciertas características que son difíciles de mostrar con maquillaje, como rejuvenecer al individuo.
Por supuesto, el público que quiere ver a los actores y no a sus dibujos animados se ha resistido al uso descarado de esa tecnología, pero, finalmente, con la muy justificada decisión de Willis de seguir percibiendo ganancias por su imagen, a pesar de su condición médica, podría ser que estemos presenciando el inicio de una nueva era de deepfakes.
Los problemas que resuelve
En muchas ocasiones, las producciones de Hollywood se las han visto negras para completar películas cuando sus actores han estado ausentes, usualmente por fallecimiento, por lo que han tenido que recurrir a métodos de postproducción extremos.
Un caso lamentable de postproducción es el del actor de Gladiador, Oliver Reed, cuya muerte dejó “parchada” a la película. Con los deepfake bien hechos, ese tipo de problemas se han visto subsanados en los últimos tiempos.
Los problemas que crea: excelente para Hollywood, terrible para la ley
A pesar de que parece ser una solución para los productores de cintas, los deepfakes no carecen de problemas estéticos e incluso morales. Dentro de los estéticos están las imperfecciones de la tecnología, que finalmente son “dibujos animados” muy sofisticados, y la pérdida de “autenticidad” en las producciones.
Por el lado moral tenemos el uso de la tecnología para fines ruines, fuera del cine, tales como extorsiones, engaños con motivaciones ilícitas e incluso falsificación de pruebas. Podría parecer algo muy lejano, pero las tecnologías de deepfake han empezado a hacer temblar a agencias de la ley alrededor del mundo por su potencial malicioso. En el video de arriba apreciamos a un falso Donald Trump creado con deepfake, burlándose de sí mismo por la derrota electoral de 2020.