Por su manera tan poco común de despertar los sentidos, la película The Revenant es una de las producción más difíciles que se han realizado en la historia de la cinematografía. Por su historia, sus escenarios y las condiciones en que habría de grabar, esta película recuerda el verdadero cine, sin las pantallas verdes que son rellenadas por computadora de los más bellos paisajes; eso sí, sin molestar a los cómodos actores que se la pasan entre los sillones de descanso y la calefacción.
Esta película dirigida por Alejandro González Iñárritu, en un principio fue rechazada por otros directores ante el reto que representaba; no por nada se convirtió en una especia de documental que engancha a cualquiera desde que inicia y hasta que termina.
Aclamada por la crítica y el público en general, esta película no necesita palabras para demostrar el dolor y las emociones; basta con mirarla.
Hugh Glass se convirtió en el papel más difícil de la carrera de Leonardo DiCaprio. Tuvo más de 30 o 40 secuencias complicadas, según dijo:
“Ya fuese que tuviera que entrar y salir de ríos congelados, o dormir en los cadáveres de animales, o lo que comía en el set (…), estaba soportando congelación y posible hipotermia constantemente”.
Cuando el productor Akiva Goldsman adquirió los derechos de la obra de Michael Punke, la cinta comenzó a planearse, justo en 2001: “The Revenant: A Novel of Revenge”; y hasta 2014, cuando González Iñárritu confirmó que comenzaría a filmar la cinta.
Antes de Iñárritu, se consideraron otros directores como Chan-wook Park (Oldboy) quien fue el primer considerado, pero rechazó el proyecto cuando la preproducción tomó más tiempo de lo esperado; después a John Hillcoat (The Road); y a Jean-François Richet (Assault on Precinct 13). Finalmente, en 2011, González Iñárritu firmó para dirigir la cinta.
Para el papel de John Fitzgerald se contemplaron en un principio los actores Samuel L. Jackson, Christian Bale y Sean Penn; sin embargo, fue Tom Hardy quien se quedó con el papel, destacando su excelente actuación.
Tom Hardy, quien interpreta a Fitzgerald, tuvo que abandonar la cinta Suicide Squad, para la que iba a interpretar el papel de Rick Flag, ahora remplazado por Joel Kinnaman, debido a que el rodaje se llevó nueve meses, tres más de lo planeado.
Leonardo DiCaprio tuvo prohibido rasurarse la barba durante 18 meses, para darle un toque más real al personaje de Hugh Glass.
Los actores fueron entrenados para aprender a disparar rifles de la época en la que está ambientada la cinta, así como a utilizar otro tipo de herramientas y lanzar hachas. Para esto último resultó ser excelente Leonardo DiCaprio, quien ya lo había hecho antes en la película “Gangs of New York”.
Tan sólo la primera escena tomó un mes de ensayos. Esta escena ha sido comparada con una coreografía de ballet, donde todo tenía que ser preciso.
El director mexicano Iñárritu afirmó que DiCaprio respondía muy bien al contexto histórico de la cinta y la conexión con la naturaleza. Leo tuvo que comer hígado crudo de bisonte a pesar de ser vegetariano. La reacción del actor en la película es real:
“Fue una reacción instintiva. La peor parte es la membrana alrededor. Es como un globo. Cuando lo muerdes, explota en tu boca”.
Los bosques de Calgary, en Canadá, fueron escenario de muchas de las escenas de la película. Los mensajes para comunicarse entre el staff y la producción eran entregados en motos de nieve debido a que no había señal móvil.
Se creó una avalancha real para una de las escenas, para esto se arrojaron explosivos desde un avión sobre las montañas en Alberta, Canadá. El tiempo debía ser exacto, pues sólo se podía hacer una toma.
Se fabricaron zapatos especiales para los actores por las mismas condiciones bajo las que se rodó la cinta, y para evitar que alguien perdiera dedos debido al congelamiento. Los mocasines tenían una buena protección contra el fío y agarre para la nieve. Según Leonardo, parecían “un montón de gnomos felices, deslizándose sobre el hielo”. La producción necesitó tener a su propio meteorólogo y saber bajo qué condiciones filmarían.
Emmanuel Lubezki se negó a utilizar luz artificial en el rodaje. El staff se vio obligado a utilizar hasta seis capas de ropa térmica para sobrevivir al frío, debido a que únicamente utilizó luz natural, las condiciones climatológicas complicaron más cada toma.
Muchas veces el staff temía sufrir hipotermia debido al frío. Sin embargo, fue el invierno más caluroso en Calgary en 35 años, por lo que había lugares en los que ya no había nieve. Esto obligó al equipo a abandonar el Norte del continente y viajar hasta la punta. Ushuaia, en Tierra del Fuego, sirvió como locación para filmar las escenas restantes.
El oso que ataca a Glass (Leonardo DiCaprio) fue en realidad interpretado por stunts, que más tarde se remplazaron con tecnología CGI para dar vida al oso. El realismo del ataque se debe a que González Iñárritu estudió durante un tiempo los ataques de osos para que fuera lo más real posible.
Llevó entre 4 y 5 horas diarias realizar el maquillaje de DiCaprio que consistía de más de 47 capas de prótesis, esto para lograr un rostro sangriento y hacerlo lo más real posible. La sesión de maquillaje comenzaba a las 3 de la mañana y muchas veces el maquillaje estaba congelado por el denso frío.
La piel que lleva DiCaprio durante la película es de oso real. De acuerdo con Jacqueline West, diseñadora de vestuario, la piel llegaba a pesar hasta 45 kilos cuando estaba mojada.
West logró que el Museum of the Fur Trade le prestara más pieles para otros personajes. Las pieles eran de diferentes animales, dependiendo la personalidad del personaje y cómo el animal pudiera relacionarse con ésta.
West explicó que el vestuario y el cambio de éste implica una “construcción y deconstrucción filosófica, donde al igual que el hombre, el vestuario evoluciona a través del tiempo, naturaleza y experiencia (…) se arrastra a ese caballo, y después es como si renaciera como un bebé al nacer, sangriento y desnudo”.
El vestuario de Leonardo DiCaprio está inspirado en dos pinturas, una de un monje ruso en una capa y la otra en una pintura de un nativo americano: un cazador Arikara.
La escena en la que el personaje de Glass es atacado por un oso es sin duda una de las más impactantes de The Revenant, y es justo esta escena la que no tardó en generar rumores. Seguramente a muchos habrá llegado ya la versión de un “oso que viola a Leonardo DiCaprio”.
Según la revista Vanity Fair, el rumor parece haber surgido tras la crítica del periodista Roger Friedman en la que describe la escena en la que un oso voltea el cuerpo de DiCaprio y lo molesta. Claro que los comentarios en Twitter no se hicieron esperar.
Más tarde, Tim Miller, director de Jeb Bush Communications, lanzó en su Twitter una pregunta que aumentó los rumores: “¿Hay ejemplos documentados de un oso violando a un humano en la vida real?”
Y para que compruebes que tendrías que estar un poco loco para embarcarte en un filme como este, te compartimos un video del detrás de cámaras. Un video que refleja la esencia del cine, porque como dice Iñárritu, “no hay que depender de las palabras, sino de las imágenes y emociones”.
Aquí te presentamos el detrás de cámaras de esta espectacular cinta: